domingo, 25 de marzo de 2012

EQUIPOS PARA MICROPIGMENTACION POR MAR DIAZ



Hola soy Mar Díaz y  hoy me gustaría  hablaros de los equipos de micropigmentación, herramientas imprescindibles y muy importantes a la hora de obtener un buen resultado en nuestro trabajo.

         Pongamos un ejemplo. Un profesional del diseño de páginas web  necesitará de un buen equipo/ordenador  y de unas herramientas de software adecuadas para que su trabajo sea óptimo. Eso mismo es aplicable a cualquier otra actividad o profesión y, por supuesto, también al técnico en micropigmentación. Necesitamos el equipo que se ajuste a nuestras necesidades y objetivos de trabajo.

        A la hora de adquirir un equipo lo que más valoran muchos profesionales son las revoluciones a las que gira el motor del dermógrafo, sin embargo, aunque es un parámetro a tener en cuenta no es el prioritario ni mucho menos.

En nuestros cursos trabajamos con 3 tipos de máquinas y niveles “Silver Line” como equipo más sencillo, “Pratika” como equipo de gama media, buenas prestaciones y precio ajustado o “Stilus”, altas prestaciones y precio razonable.

          Para procurar la óptima calidad final de un trabajo de micropigmentación realizado con un equipo cualquiera hay que valorar:

 1.-  La alimentación eléctrica. Los más básicos, y baratos, suelen variar el voltaje de salida al motor del dermógrafo por lo que no podremos trabajar con una velocidad de rotación del motor uniforme. Lo ideal es que la fuente de alimentación sea capaz de rectificar la corriente de entrada para que la de salida al motor sea, en efecto, uniforme y gire a la velocidad que se le programa.

 Una mayor sofisticación es llegar a la utilización de la electrónica para, por ejemplo, conseguir la mencionada uniformidad de velocidad del motor obviando la diferente resistencia que pueda tener la aguja en su movimiento.

 2.- El motor del dermógrafo. Ha de ser de calidad, desde luego. En los equipos de más altas prestaciones se suelen utilizar motores de 12 a 15 voltios como voltaje de funcionamiento normal. En los más básicos los motores son de 4 a 6 voltios y de una calidad inferior. Podemos encontrar equipos de estos últimos a los que se les alimentan con transformadores de tattoo para aplicar hasta 15 voltios a esos débiles motores y, sí, suben de revoluciones, pero sobrecargándolos por encima de su funcionamiento normal con lo que ello conlleva. Lo que se consigue es un “martilleo” mayor, como veremos en el siguiente punto.
 
3.- El mecanismo conversor. Este es, sencillamente, el que convierte el movimiento circular del motor en el movimiento lineal de la aguja. Puede haber tantos tipos como sistemas hayan ideado los diferentes fabricantes pero sólo uno nos vale, aquel que no presenta ninguna holgura entre las piezas que hacen el cambio del movimiento circular al lineal. En los equipos más sencillos y asequibles esas piezas son de poca precisión, con holguras entre ellas que produce un movimiento lineal de “martilleo”,  provocando un mayor dolor en la micropigmentación. 

 Evidentemente la holgura del mencionado mecanismo se traduce en la imprecisión de la aguja. La aguja nunca tendrá el mismo movimiento, unas veces penetrará más en la piel y otras veces menos. Es decir, un lápiz en el que la punta se nos mueve.

4.- El material desechable. Dos aspectos fundamentales en este punto, el evidente de que sea de un solo uso y esterilizado y el que todo él sea un elemento o pieza única o que lo formen varias piezas que se acoplen unas a otras. La opción de varias piezas está cayendo en desuso (sólo los equipos más antiguos y los actuales de baja gama los siguen utilizando) por razones de asepsia en el manejo de demasiados componentes y porque, como podemos ya imaginar, al ser piezas que se unen por presión volvemos de nuevo a modificar el recorrido final de la punta de la aguja. Es obvio que lo práctico, efectivo e higiénico es la solución de una sola pieza y que, por ejemplo en el modelo “Stilus”, mantiene la aguja oculta si la máquina no está en funcionamiento, añadiendo seguridad en el trabajo.

Como conclusión de todo lo visto las revoluciones del motor de una máquina de micropigmentación no es el parámetro decisivo de compra. Todo esto y mucho más es lo que aprenderás en nuestros cursos de Micropigmentación ¡¡ Te esperamos ¡¡¡














viernes, 2 de marzo de 2012

¿COMO PUEDO BORRAR UN COLOR NO DESEADO?

Como bien sabrás, si eres técnico en Micropigmentación, no es posible borrar un pigmento con otro.

Durante todos estos años, son frecuentes las consultas de alumnos y clientes que nos preguntan sobre la posibilidad de borrar un pigmento con otro. Algo del todo imposible, entre otra cosa por que cada tipo de producto tiene una formulación específica que ofrece unos resultados distintos.

A través de la Micropigmentación, lo que si tenemos es la posibilidad y siempre con unos pigmentos especiales “los matizadores” que ayudar a  limpiar el color, pero nunca de borrarlo.

Estos pigmentos, llamados también “Mixin color” cuentan con un desarrollo de formulación específico y nos ayudarán a absorber restos del color no deseado, para posteriormente añadir el color más aproximado al deseado.

Para que este procedimiento tenga éxito primero deberemos conocer al menos una mínima información, sobre el origen del pigmento, si es mineral o vegetal, sobre el tiempo que lleva introducido en la piel, si lleva más de 2-3 años y no se ha modificado mucho con el paso del tiempo,  nos informará de que posiblemente sea un pigmento “químico” lo cual dificulta sin lugar a duda el resultado a la hora de intentar modificar el tono.

Dentro de la línea profesional de pigmentos Bioresistent, disponen de 2 colores muy útiles para matizar o bajar el color:

  • El  Bioresistent 433 ORANGE , que es un color anaranjado que nos permite matizar los colores marrón oscuros en labios y  las cejas con tendencia violetas
  • Y el Bioresistent 512 GREEN, que nos ayuda a matizar el color rojo intenso de las cejas o aplicándolo a la mezcla de los colores de cejas evitar la tendencia rosada de las mismas.

Estos productos tienen que ser aplicados con las agujas adecuadas y con una máquina que ofrezca un mínimo de precisión y potencia.

Otros productos también muy útiles son los correctores, pero de ellos ya hablaremos extensamente en otra ocasión.

Si realmente precisamos borrar un color fuera de lo que pueden hacer por nosotros los matizadores, lo más útil sin lugar a dudas sería el uso de Láser, del cual también tendremos oportunidad de hablar.